En un típico caso de «es un trabajo duro, pero alguien tiene que hacerlo» nos encontramos con la labor de Kevin Schmidt, que en el vídeo se sube a la antena de una emisora de televisión a la nada despreciable altitud de 1.500 pies –unos 460 metros– para reemplazar la bombilla que las ilumina por la noche – no vaya a ser que algún avión, paracaidista u artefacto volador pase por allí cerca.
El paisaje es de las bellas tierras de Dakota del Sur. Ya que tienes que hacerlo, por lo menos que sea en un día soleado y bonito.
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